París. Uno de los dos pilotos del avión Airbus de la aerolínea Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses, provocando la muerte de todas las personas que viajaban a bordo, salió de la cabina y no pudo volver a entrar justo antes de que la nave se accidentara, informó el miércoles el diario estadounidense "New York Times".
El "Times" cita desde París a fuentes ligadas a la investigación que señalan que las conversaciones entre los pilotos eran de rutina hasta que uno de ellos no pudo volver a acceder a la cabina tras abandonarla.
"El que quedó fuera golpea suavemente la puerta y no hay respuesta", cita el diario a un investigador. "Entonces golpea más fuerte y no hay respuesta. Nunca hay respuesta".
El sonido indica que el piloto excluido "intentó tirar abajo la puerta", agregó el investigador.
"No sabemos todavía la razón por la que uno de los pilotos salió", dijo el funcionario, que pidió el anonimato porque la investigación continúa. "Pero lo que es seguro es que al final del vuelo, el otro piloto estuvo solo y no se abrió la puerta".
Una gigantesca operación de recuperación de los restos humanos de las 150 personas a bordo de la nave se llevó hoy a cabo en la zona de los Alpes franceses en la que se estrelló el martes el Airbus A320 de Germanwings que realizaba el trayecto entre Barcelona y Dusseldorf.
Un drama calificado de "inexplicable" por el presidente del grupo Lufthansa, Carsten Spohr, quien afirmó que "el avión era técnicamente irreprochable y los dos pilotos experimentados".
"No se descarta ninguna hipótesis", salvo la explosión en vuelo, reiteró el miércoles el primer ministro francés, Manuel Valls. Por su parte, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, afirmó que "no se privilegia la hipótesis terrorista".
La justicia francesa estima que la identificación de los cuerpos llevará "días e incluso semanas".
Según el general de la gendarmería francesa David Galtier, "los restos de cuerpos humanos que hemos visto no son más grandes que una pequeña maleta".
Entre los miles de pedazos en que quedó reducido el aparato, "sólo se ha podido identificar el tren de aterrizaje", confirmó otro investigador, lo que hace pensar que el avión se desintegró al chocar contra las paredes rocosas.
En Seyne-les-Alpes, a pocos kilómetros del lugar donde se estrelló el avión, un importante dispositivo fue desplegado para recibir y dar apoyo psicológico a las familias de las víctimas que empezaban a llegar a la región.
Los alcaldes de las localidades vecinas propusieron el miércoles levantar una estela en las cercanías para que las familias puedan inclinarse ante ella.
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