La tensión entre Israel y Líbano sube de tono. Este miércoles la frontera de ambas naciones se convierte en un polvorín. Dos soldados israelíes y un casco azul de nacionalidad española murieron, además se reportaron al menos siete heridos en un intercambio de fuego entre Hezbollah e Israel, en uno de los enfrentamientos más violentos entre las dos partes desde la guerra que les enfrentó en 2006.
Los soldados murieron después de que Hezbollah lanzó cinco misiles contra un convoy de vehículos militares israelíes en la frontera con Líbano.
El casco azul, miembro de la fuerza de paz de Naciones Unidas en el sur de Líbano, pereció cuando Israel respondió con ataques aéreos y fuego de artillería, informaron un portavoz de la ONU y funcionarios españoles.
Hezbollah dijo que una de sus brigadas en la zona fue la responsable del incidente, que pareció ser una represalia por un ataque aéreo israelí del 18 de enero en el sur de Siria, que provocó la muerte de varios miembros de Hezbollah, así como de un general iraní.
Su comunicado explicó también que el ataque fue ejecutado por un grupo que se hace llamar los "heroicos mártires de Quneitra", -- sugiriendo que se trataría de una venganza por el ataque aéreo israelí del pasado 18 de enero en los Altos del Golán en el que murieron seis de su combatientes.
Por su parte, las autoridades libanesas señalaron que los proyectiles israelíes se habían dirigido contra las localidades fronterizas de Majidiyeh, Abbasiyeh y Kfar Chuba cerca de la zona las Granjas de Shebaa.
No estuvo claro de inmediato si en alguno de los dos incidentes se habían producido víctimas.
Los funcionarios libaneses hablaron bajo condición de anonimato en cumplimento de la legislación vigente en el país.
El ataque se produjo después de que Israel lanzara el miércoles ataques aéreos en Siria contra puestos de artillería, en respuesta a cohetes disparados el día anterior sobre la zona controlada por Israel en los Altos del Golán.
La zona de la frontera está en tensión desde un ataque aéreo registrado la semana pasada en Siria y atribuido a Israel, en el que murieron seis miembros de la milicia libanesa Jezbolá y un general iraní.
Israel declinó hacer comentarios
sobre ese ataque aéreo, pero se ha preparado para represalias,
reforzando sus defensas aéreas y aumentando la vigilancia en su frontera
norte.
Israel afirma que el enclave forma
parte de los Altos del Golán, que arrebató a Siria en la guerra de 1967.
Líbano y Siria consideran que las Granjas de Sheeba pertenecen a
Líbano, mientras que Naciones Unidas señala que la región forma parte de
Siria y que Damasco e Israel deben negociar su destino.
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